Cómo contribuye la trazabilidad a la calidad en la producción industrial
La calidad en la producción industrial es un término utilizado para evaluar la excelencia de los productos y procesos industriales en términos de diseño, fabricación, durabilidad, funcionalidad y satisfacción del cliente, algo que repercute en el desempeño de cualquier empresa.
Para lograr un proceso productivo de alta calidad, es necesaria la implementación de estándares y prácticas de control de calidad en las distintas etapas, desde la adquisición de materias primas hasta la entrega final del producto. El control de calidad es, por lo tanto, un factor crucial para garantizar la eficiencia de los procesos, el cumplimiento regulatorio y la satisfacción del cliente.
La trazabilidad, clave en el control de calidad
El control de calidad en la producción industrial enfrenta desafíos como la variabilidad en la calidad de las materias primas o la complejidad de los propios procesos productivos, especialmente en aquellos que son a gran escala.
Para sortearlos y garantizar la eficacia de los controles, una herramienta indispensable es la trazabilidad, cuya aplicación ayuda a rastrear el origen, el recorrido y la ubicación de un producto a lo largo de toda la cadena de suministro, capturando y registrando datos relevantes en todas las etapas del proceso.
Concretamente, y en lo relativo al control de calidad, la trazabilidad aporta los siguientes beneficios:
1. Identificación de problemas y errores. La trazabilidad permite identificar rápidamente cualquier problema o error que surja durante el proceso productivo. Como nos proporciona un registro detallado de las etapas y de los componentes utilizados en la fabricación, es sencillo localizar y tratar cualquier falla en la calidad.
2. Mejora de la eficiencia. Las empresas, mediante el análisis de los datos recopilados a lo largo de la cadena de producción, pueden identificar patrones y tendencias que les permitan optimizar sus procesos y eliminar ineficiencias.
3. Cumplimiento regulatorio. En muchos sectores industriales, existen regulaciones y estándares estrictos que deben cumplirse para garantizar la calidad y la seguridad de los productos. En este sentido, la trazabilidad facilita la documentación y el seguimiento de todos los datos necesarios para su cumplimiento, además de retirar el producto del mercado de forma selectiva y rápida.
4. Mejora en la confianza del cliente. El cliente está cada vez más preocupado por la calidad y la seguridad de los productos que adquiere. Al proporcionar información transparente sobre el origen, los componentes y los procesos de fabricación de un producto, las empresas pueden generar mayor confianza y fidelizarlos.
¿Cómo lograr una buena trazabilidad en la industria?
El sector industrial mueve a diario miles de piezas y productos. Para lograr una correcta trazabilidad de todos ellos, son necesarias soluciones integrales de etiquetado en industria que permitan realizar un seguimiento tanto cuando la pieza o el producto está dentro de las instalaciones como cuando abandona la fábrica hacia su destino final.
Para ello, es necesario que las etiquetas aseguren una identificación legible y permanente, ya que, de lo contrario, podrían producirse errores de lectura y perderse información relevante, reduciendo la eficiencia de todo el proceso. Por otra parte, y especialmente en procesos productivos a gran escala, es importante que la colocación de las etiquetas esté automatizada.
Normativa sobre calidad en la producción industrial
La Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria, establece un marco legal para promover y garantizar la calidad de los productos industriales en España, recogiendo aspectos como el sistema para emitir las certificaciones de los productos, así como los procedimientos de verificación asociados, entre otros.
También hay que tener en cuenta el Real Decreto 2200/1995, de 28 de diciembre, que contiene disposiciones generales para la evaluación de la conformidad y el control de los productos industriales que se comercializan en nuestro país.
Por último, existen normas sectoriales que también abordan el control de la calidad en la producción industrial, entre las que se incluyen las normas internacionales de la serie ISO y las normas UNE de la Asociación Española de Normalización. Estas últimas son un conjunto de disposiciones técnicas que establecen criterios, métodos de ensayo y requisitos específicos para diferentes productos y procesos. Aunque son de carácter voluntario, su cumplimiento puede ser exigido en contratos y licitaciones públicas.
Contar con una buena trazabilidad, por lo tanto, también es clave para facilitar el cumplimiento de la normativa aplicable.